Para todos los gustos
Hasta hace unas décadas, era impensable viajar para conocer un casino y experimentar los juegos de azar que ellos ofrecen. Incluso reglas de conducta o vestimenta podrían excluir a quien no frecuentara estas salas. Con la llegada de Internet, el acceso a los casinos online facilitó que cualquier adulto tentara a la suerte y viera en la pantalla las reglas del juego y toda la información necesaria para divertirse.
¿Que ofrecen los casinos tradicionales?
Visitar un casino es toda una experiencia. Solemos trasladarnos hasta él, armamos un viaje incluso. Y, una vez pasada la recepción, nos espera una atmósfera que los casinos online no suelen tener. Las cartas que se barajan son reales, al igual que los sonidos de las máquinas tragamonedas, la rueda del Blackjack girando o los dados chocando en la felpa de la mesa. Es una energía que envuelve a los visitantes y los distrae un poco mientras se divierten.
El contacto humano también es diferente. La interacción con los oponentes, incluso el dialogo gestual que podemos mantener con esa persona. Es emocionante intentar adivinar la mano del contrario solo mirando sus gestos. Por otro lado, no hay nada como haber ganado una mano y que el público observador del juego festeje tu fortuna. Ni hablar de que no necesitamos movernos hasta la barra para beber algo, siempre hay un mozo ofreciendo muchas bebidas gratis. Es una posibilidad única de practicar una actividad recreativa y conocer gente que tiene nuestros mismos gustos. Pero los casinos online también tienen su encanto.
Los casinos virtuales pisan fuerte
Le evolución de la tecnología no deja a nadie afuera. Y los casinos online son el mejor ejemplo de eso. Su aparición acercó a mucha gente a apostar de forma virtual. Solo necesitamos una conexión a Internet y un celular, una tableta o una computadora. No necesitamos gastar tiempo y energía en trasladarnos al casino. Lo tenemos abierto las 24 abierto en la pantalla, en la comodidad de nuestro hogar y sin necesidad de vestirse elegante.
Un punto muy importante es la variedad de juegos a los que podemos entrar. Desde una mesa de blackjack online o una máquina tragamonedas, incluso pasando por el póker. Por más grande que sea un casino tradicional, tiene un límite de espacio físico. Uno virtual tiene una capacidad ilimitada de juegos para ofrecer al público.
Por otro lado, son más intuitivos. Generalmente, un tutorial de video nos enseñará a jugar cuando no conozcamos las reglas del juego. La experiencia de juego se vive mejor. Aunque uno sea principiante, encontrará la mesa o máquina indicada para su experiencia y deseos de tomar riesgos.
Lo bueno es que, una vez que ya adquirimos práctica y estamos listos para apostar, solemos obtener bonificaciones extras. Ellas varían según el casino y el tipo de promoción que se ofrece. Obviamente, la competencia entre ellos es máxima. Nosotros, como jugadores, tenemos la ventaja de esta competencia, ya que suman beneficios para atraernos y fidelizarnos:
- Bono de bienvenida: suele ser con depósito y consta de un porcentaje de lo que hayas entregado.
- Bono exclusivo: es parecido al de bienvenida, pero suele ser hasta tres veces mayor.
- Bono sin depósito y tiradas gratuitas: es el más recomendado para los principiantes. En general, tiene como regla que juegues una mínima cantidad de veces antes de obtenerlo.
- Bono de fidelidad: en este caso, solo necesitás permanecer como cliente en un mismo casino. Se otorga a quienes entran a jugar constantemente por meses o años.
- Bono de reembolso: no todos lo ofrecen, pero podés llegar a recuperar un monto interesante de tu apuesta.
- Bono a grandes apostadores: éstos se otorgan a quienes depositan y apuestan mucho dinero.
En conclusión, ambos tipos de casinos son excelentes opciones según la personalidad del apostador. Pero no olvidemos que no hay como jugar al instante, al alcance de la mano.
