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Nancy Pelosi o cómo Trump conoció a su némesis

Nancy Pelosi Fuente: Wikimedia

El 20 de enero de 1961, John F. Kennedy juraba su cargo como presidente de los Estados Unidos ante una multitud que anhelaba una época de cambio y mayores derechos sociales. Entre el público se encontraba una joven italoamericana de 21 años que comenzaba su carrera en las filas demócratas. Hoy, esa misma activista se sienta en el congreso de USA como la única mujer que ha sido presidenta de la Cámara de Representantes y como la figura en la que los progresistas estadounidenses confían para acabar con las políticas de Trump.

Nancy Pelosi: una vida dedicada a la política

A Nancy Patricia D'Alesandro Pelosi la política le viene de familia. Tanto su padre como su hermano llegaron a ser alcaldes de la ciudad de Baltimore mientras que su madre fue una gran activista dedicada por completo a la lucha de los derechos de las mujeres en un tiempo en el que el feminismo aún no era considerado como una opción a tener en cuenta.

Pelosi, que nació un 26 de marzo de 1940 en la ciudad de Baltimore, vivió desde muy pronto un ambiente en el que las reivindicaciones sociales, la lucha contra las injusticias y el activismo político eran la tónica habitual en el día a día.

Lejos de enfocar su vida en otra dirección, Pelosi entendió rápidamente que la política era el espacio en el que mejor podía desarrollar su carrera para satisfacer ese deseo de justicia social que tenía.

Así, desde que saliera del Trinity College de Washington con una licenciatura en Ciencias Políticas en 1962, su carrera no haría más que crecer, lo mismo que su popularidad y el carisma que ha demostrado tener frente al electorado estadounidense.

Su presencia en el Congreso no es nada nuevo. La primera vez que pisó la Cámara de Representantes fue en 1987 como sucesora primero de Philip Burton y posteriormente de la esposa de este, Sala Burton. Esta última fue la que designó a Nancy como su sucesora y la que hizo posible que la carrera de la joven Pelosi despegara de forma definitiva.

**Una veterana al frente de la renovación **

Pelosi fue durante bastante tiempo conocida como la mujer más poderosa de Washington, un papel que parece empeñada en recuperar de nuevo. Su carrera está plagada de hitos, y es que el puesto que estrena ahora como Presidenta de la Cámara de Representantes, la tercera figura en poder dentro de la estructura de Estados Unidos, ya estuvo en su poder entre 2007 y 2011.

Pero para entender lo que puede significar la figura de Pelosi hay que detenerse también en las características del nuevo Congreso que ha resultado de las elecciones de medio mandato del pasado 2018. Una cámara en la que hay más mujeres que nunca y en la que han entrado por primera vez minorías como la musulmana o la nativa americana, parece una respuesta en toda regla a las políticas de Trump, políticas que resultan tan azarosas como un juego de casino, pero que no tienen ni la emoción y ni la pasión de estos.

La multiculturalidad, el feminismo y la presencia de minorías poco consideradas hasta ahora por la política de los Estados Unidos e incluso agraviadas por las decisiones poco respetuosas de Trump son la clave del nuevo Congreso de USA. Sin embargo, hay un pequeño pero a todo ello: la juventud e inexperiencia de muchos de los cargos electos que se presentan como alternativa al actual presidente.

Es aquí donde Nancy Pelosi puede jugar un papel fundamental tal y como han advertido los que la han aupado de nuevo la presidencia de la cámara. Pese a que suene paradójico, muchos han entendido que esta ola de espíritu renovador con carácter progresista necesita de una mano experimentada que la guíe, y esa mano no puede ser otra que la de Pelosi.

¿Puede ser Pelosi una figura eficaz contra Trump?

Donald Trump Fuente: Wikimedia

Si se repasa la carrera de Pelosi, la respuesta debe ser que sí. Como ya ha quedado claro, Nancy siempre ha sido una defensora de los derechos de la mujer y de las minorías raciales en todo el territorio de Estados Unidos, por lo que parece imposible verla transigir con algunas de las propuestas más populares de Trump como, por ejemplo, el muro para cerrar la frontera entre USA y México.

Además, en épocas pasadas Nancy ya luchó con acierto frente a otros presidentes. Sin ir más lejos, Pelosi fue una de las detractoras más activas contra George W. Bush cuando esté lanzó al país a la guerra de Irak.

Además de ello, a la actual presidenta de la Cámara de Representantes se le reconoce el haber sido fundamental en algunas grandes medidas de carácter social como la Ley de Protección al Paciente y Cuidado de Salud Asequible, un adelanto en un país en el que muchas personas sufren la falta de tratamientos médicos por no tener medios con los que costearlos.

En definitiva, parece que Trump ha podido encontrar en Pelosi a su rival y opositora más firme por su carácter progresista y por estar ahora situada en una posición en la que puede paralizar algunos de los proyectos más controvertidos de la actual presidencia de USA.

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