La industria de la música renace de sus cenizas
Parafraseando el disco de Pink Floyd, estamos en condiciones de decir que el diamante loco vuelve a brillar. Después de 14 años de ventas en caída libre, en 2013 la IFPI (International Federation of the Phonographic Industry) anunció ganancias por 16 500 millones de dólares. Lejos del récord de 28 600 millones de 1999, de todas formas significó el punto de apoyo para despegar y seguir creciendo los años siguientes.
Crecer desde el subsuelo
A fines de siglo XX, se produjo la llegada masiva de internet a los hogares de todo el mundo. Lo que significó un impulso sostenido para industrias como la del casino online, para la música resultó un golpe debido a la piratería. En vez de comprar discos, los consumidores los descargaban en formato mp3. Como la industria no supo adaptarse al cambio, las ventas cayeron en picada durante años. En España, por ejemplo, las ventas se desplomaron un 71 % de 2003 a 2013.
En esos tiempos, los artistas sobrevivieron gracias a los shows en vivo en grandes giras nacionales y mundiales. Hasta que la velocidad del acceso a internet aumentó, llegó el streaming y, con él, la caída estrepitosa de la piratería.
El motor de la música digital
Lo que al comienzo fue el origen de todos los males, con el tiempo se convirtió en el motor del resurgimiento. En 2017, la música digital representó el 54 % de las ganancias de la industria. Es un fenómeno sin precedentes, motorizado por plataformas como Spotify, Apple Music y Deezer, que permiten escuchar temas sin descargarlos, mediante una suscripción mensual. En vez de comprar un solo disco, ahora los usuarios acceden a miles de temas. Estas plataformas adquieren también una dinámica de redes sociales, ya que los usuarios pueden compartir sus listas de música, comentarlas, etc.
Para obtener una magnitud del fenómeno, 176 millones de personas de todo el mundo se suscribieron a esos servicios en 2017, un tercio de los cuales fueron usuarios nuevos. Sudamérica pica en punta, con un crecimiento de las ventas del 17,7 % gracias al streaming, una forma de transmitir que se volvió muy popular con Netflix.
Otro país que se destaca es China, el gigante asiático, cuyas ventas crecieron un 35,6 % en 2017. Se trata de un mercado gigantesco en el que las industrias invierten y apuestan cada vez más. Por ejemplo, entre India, China y África hay un mercado potencial de 4000 millones de personas.
Fuente: Free-Photos en Pixabay
Spotify vs. YouTube
Si bien YouTube es la herramienta más popular para escuchar música, con el 52 % de las reproducciones, aporta menos de un dólar por cliente. En cambio, Spotify, con el 28 % de reproducciones, aporta 20 dólares. Una diferencia abismal que plantea debates y desafíos en la industria.
De todas formas, si bien dejó de ser un factor determinante, la piratería sigue golpeando fuerte en países como España, donde hasta un 40 % de los usuarios evitaron pagar suscripciones mediante sitios web que ofrecen música de forma ilegal.
Los artistas más escuchados
En 2015, Adele se destacó con 17,4 millones de ejemplares vendidos de su álbum 25, seguido por X, de Ed Sheeran, y 1989, de Taylor Swift, ambos con 3,5 millones de álbumes vendidos. El cuarto lugar perteneció a Justin Bieber, con 3,1 millones, y el quinto a Sam Smith, con 2,6 millones.
Dos años después, con su álbum Divide que vendió 6,1 millones de copias, Ed Sheeran se convierte en el rey del streaming. Taylor Swift sigue en el podio con Reputation, que vendió 4,5 millones. Tercera está Pink con Beautiful Trauma, cuyas ventas ascendieron a 1,8 millones. Y por supuesto, cómo olvidar el tema "Despacito", de Luis Fonsi, que sonó en reproductores de todo el mundo. Tampoco se puede obviar a artistas como Kendrick Lamar, Drake y The Chainsmokers.
En 2018, el rap dominó la escena con el disco doble de Drake a la cabeza (también el más escuchado en Spotify), con 4,2 millones de ventas, seguido por Post Malone, con 3,3 millones. Dos datos destacados es la permanencia de Divide, de Ed Sheeran, entre los 10 más vendidos, y el crecimiento de la banda coreana BTS, un fenómeno del K-pop, con 2,2 millones de ventas.
El resurgimiento del vinilo
Otra pata del auge de la industria musical, más marginal si se quiere pero muy curiosa, es la venta de discos de vinilo. Ya no es extraño encontrar reproductores último modelo en tiendas de artículos electrónicos, mientras que los reproductores de CD o DVD son cada vez menos.
La explicación de este fenómeno está en consumidores nostálgicos —no por nada Sgt. Pepper’s Lonely Hearts Club Band, de los Beatles, es el más vendido— las carátulas enormes y vistosas de los discos, además de que los cultores del vinilo aseguran que la calidad es mejor porque, al comprimir audio en formato digital, se pierde calidad.